Son mencionadas por primera vez en el siglo XV. Torrejas era su nombre, y sigue siéndolo en México. Alimento típico para recuperar a las parturientas. Para ricos y pobres. Para reutilizar el pan sobrante. Se encuentran recetas similares en todo el mundo.
En los días de cuaresma venía muy bien comerlas como reconstituyente a falta de carnes. Se hizo alimento de cuaresma. Los "clerigayos", como diría el personaje Pelayo, le dieron interpretación divina a la Torreja: el pan es el cuerpo de Cristo, se usa pan duro como si fuera el cuerpo muerto de Jesús, los baños de leche y huevo sirven para resucitarlo, y el paso por la sartén es su calvario. (Olé que guasa, con perdón a quien le ofenda).
Resuelto el misterio de la Torreja o Torrija, estamos listos para comerlas con fundamento siempre que sea necesario. Eso si, sin abusar de la cantidad de azúcar añadido (en sí el trigo y la leche son dulces por su contenido nutricional...)
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