Voy a apelar a vuestra memoria
popular con algunos recuerdos, iremos
traspasando la frontera del caos del materialismo navideño, hasta conectarnos
con el fundamento, y luego estará en tus manos sacarlo a la luz y
devolverlo a su lugar, porque es un patrimonio de la humanidad.
Yule log o Tronco de navidad |
Todo ha sido construido en torno al solsticio, momento espectacular en
el que comienza el alargamiento de las horas de luz solar. Entre el 21 y 22
de diciembre tiene lugar el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Norte. Es el
día más corto y la noche más larga del año.
En torno a este común
acontecimiento para todos los hombres, han ido surgiendo de sus mentes y de sus
corazones diversas maneras de manifestarlo y de festejarlo, unas de carácter
muy naturalista en la cultura Celta: Yule, hasta otras de carácter deificado
con orígenes persas y babilónicos llegando a configurar las numerosas religiones
crísticas todas basándose en lo mismo: el nacimiento de la luz en un niño dios,
hasta convertirse en la inspiración de
la última: el cristianismo occidental en la Edad media con su niño dios
Jesús a partir del año 350... (Esta historia irá en otro artículo).
Situémonos: Todas las hojas han caído, la
naturaleza duerme, hace frío, es la noche de mayor oscuridad, es un momento de
espera, de recogimiento, va a renacer la luz, la primera chispa de esperanza… y
la vamos a reverenciar porque la necesitamos para que ilumine nuestros días, caliente
nuestros corazones y los campos, y festejamos el nacimiento como si fuera el hijo
de dios, la luz.
La Osa Mayor (o Gran Carro) es la
legendaria “estrella” que guía en el hemisferio norte la llegada del solsticio
de diciembre, tenida en cuenta por druidas (chamanes celtas), astrólogos, sabios y sacerdotes de la
antigüedad para anunciar la llegada de la luz.
Antes de que nos cristianizaran, en la ancestral, o celta Europa, vivíamos con reverencia y regocijo las fiestas del solsticio de invierno, desde una perspectiva naturalista. Se llamaba Yule o Yuletide (Yuletime).
Yule determina el punto de inflexión del sol, cuando en la rueda del año el sol se encuentra en su momento más bajo, listo para comenzar a crecer de nuevo. En la actualidad, el apellido anglosajón Yule significa: nacido en navidad.
Pongámonos en situación: No hay trabajo que realizar en el
campo. La vida espera bajo la tierra el momento de renacer. Las gentes pasan los días resguardados en sus hogares sin apenas poder salir. Por eso estas dos
semanas de fiesta, para celebrar el fin de la oscuridad y el nacimiento del
sol, el retorno de la luz. Así como
el sol renace con el solsticio de invierno, nuestro espíritu también. Yule representa el renacimiento del Dios
después de su muerte en Samhain. En
Samhain habíamos celebrado la muerte de la naturaleza, toda la vida fue devuelta a
sus entrañas, donde todo se está creando para ser dado a luz en
Yule.
Es una fiesta solar.
Caracterizada en todo el mundo, no solo en Europa, por las velas y fuegos para
dar la bienvenida al pequeño sol que va a nacer en medio de esta oscuridad invernal,
para avivarle, y adorarle.
Constituía sobre todo una fiesta de la familia y
estuvo siempre dedicada a la fertilidad, al recuerdo de los ancestros, a los
amigos presentes y ausentes, a la hospitalidad. La mesa donde se celebraba la
fiesta se preparaba con magnificencia. Las bebidas tradicionales eran la sidra
y el vino especiado con clavo, manzana, jengibre. Se cenaba jabalí pues
representaba autoridad espiritual, fuerza y coraje. Se intercambiaban regalos. Se
cantaban canciones suaves y profundas alrededor del árbol. Se
elaboraban coronas para la protección de los hogares.
EL TRONCO DE
YULE (o Tronco de navidad)
En honor del nuevo sol se buscaba un tronco de
árbol grande para que se consumiera al fuego lentamente y diera calor y luz
durante estas dos semanas. Todas las noches buenas se guarda un pedazo del
tronco para proteger el hogar hasta el año siguiente. Sobre el tronco de Yule de
este año que se va a prender, se añadía un pedazo del tronco de Yule reservado
del año anterior, Acebo, Muérdago,
Hiedra, Laurel, Cedro y también se bendecía con un chorro de sidra. De
esta tradición proceden los pasteles navideños en forma de tronco y los brindis
con sidra por la prosperidad del nuevo ciclo.
En el solsticio los druidas recogían el muérdago que cubre al roble siguiendo un rito sagrado: el maestro druida la iba cortando y la iba depositando sobre la bandeja que los demás druidas sostenían debajo, lo hacía con hoz de oro y de un solo tajo. La tradición milenaria terminó siendo públicamente prohibida en la edad media por no estar implicada en el cristianismo occidental emergente. (Tras la matanza de los druidas en el medievo, se paralizaron las tradiciones populares debido a las represalias del catolicismo medieval). Pero este ritual sigue vivo en el festival Alban-Arthan en Inglaterra y Francia.
Los druidas "vestían" el árbol que se encontraba sin hojas y hacían rituales y oraciones entorno a él para pedir abundancia agrícola.
En estas fiestas se introducía un árbol en los hogares y eran decorados con lazos para fortalecer la unión familiar, piedras pintadas a modo de amuleto y linternas de adoración al naciente sol.
La Festividad de Yalda es la cena del solsticio de invierno iraní, continúa celebrándose en nuestros días y es de orígenes persas, significa: nacimiento. Es una cena familiar (en rojo) en la que se come: sandía y granadas, alrededor del brasero. Se entonan suaves canciones para comulgar con el ambiente, el espíritu de espera y de júbilo.
Son términos
arcaicos indoeuropeos usados para referirse a la tradición antigua que observa el nacimiento
de la luz, los cambios naturales causados por la rotación del sol alrededor de
la tierra y sus efectos en la cosecha durante el solsticio de invierno.
Las tradiciones nórdicas y germánicas se extendieron por Europa y casi toda España, permaneciendo así hasta la imposición del cristianismo...Pero mientras, en Oriente, en tierras no tan vírgenes, ya no se celebraban en hermandad sino bajo perspectivas de poder político y religioso, fraguadas sobre el mito crístico.
En tiempos del descubrimiento de América, las tradiciones celtas fueron llevadas con sus gentes, pero con una diferencia entre norte y sur, ya que en el norte de Europa hasta nuestros días perviven las tradiciones en respeto con las siguientes religiones que fueron introduciéndose. En la Europa mediterranea las tradiciones fueron duramente castigadas y el imperio católico se impuso a fuerza de inquisición también en sudamérica. Por eso en EEUU cuentan con Santa Claus, el árbol de navidad, los christmas carols, mientras que en latinoamérica además incluyen el "belén" o recreación del mito del nacimiento de Jesús, el mesías. Este elemento lo ideó San Francisco de Asís en 1223 con animales vivos, ante los que hizo la misa del gallo.
En tiempos del descubrimiento de América, las tradiciones celtas fueron llevadas con sus gentes, pero con una diferencia entre norte y sur, ya que en el norte de Europa hasta nuestros días perviven las tradiciones en respeto con las siguientes religiones que fueron introduciéndose. En la Europa mediterranea las tradiciones fueron duramente castigadas y el imperio católico se impuso a fuerza de inquisición también en sudamérica. Por eso en EEUU cuentan con Santa Claus, el árbol de navidad, los christmas carols, mientras que en latinoamérica además incluyen el "belén" o recreación del mito del nacimiento de Jesús, el mesías. Este elemento lo ideó San Francisco de Asís en 1223 con animales vivos, ante los que hizo la misa del gallo.
Localiza Yule (Navidad) en la rueda solar anual:
Comentarios
Publicar un comentario