ORIGEN DE LAS PROCESIONES DE PENITENTES
Las Procesiones de penitentes se originaron en 1260
en Perugia, Italia, para dar apoyo al éxito de las Cruzadas en Tierra Santa.
En 1070 los turcos invadieron el Imperio bizantino llegando a Constantinopla y Jerusalén. El Papa Gregorio VII pidió la unión de los países cristianos de occidente para ayudar a los del oriente y a la orden del Papa Urbano II comenzaron las Cruzadas o guerras santas en 1095. El gran genocidio comenzó con la avanzadilla de pobres mujeres, niños y hombres con la promesa papal de morir como héroes y sin pecados…
La orden monástico-militar del Temple custodiaba los lugares santos y a los peregrinos, llegó a gobernar una extensa red de
relaciones religiosas, económicas, políticas y sociales en Europa y en Tierra Santa,
de manera que cualquier acontecimiento ocurrido allí lo hacían llegar a la
Europa cristiana en un santiamén. Adoraban a la supuesta cruz de Cristo, la Vera Cruz y la
llevaban a las batallas.
Pero a mediados del 1200 llegaron a Europa los rumores de
que no se lograban los éxitos deseados porque los soldados tenían pecados y solo
los puros de corazón podrían ganarse la ciudad de Jerusalén. Ante el avance del islam y la presencia mongola, el miedo inspiró a Ranieri
Fasani a movilizar a la población de Perugia a la idea de la penitencia rigurosa y el sacrificio extremo como modo de expiar los
pecados propios y de la humanidad creando así la primera cofradía o hermandad de flagelantes: “los disciplinantes de
Jesucristo”. Hombres, mujeres, niños
y clérigos, marchaban por las calles de pueblo en pueblo siguiendo a un
sacerdote que portaba la cruz con un trocito de reliquia del madero de Cristo,
la Vera Cruz. Estandartes y reliquias eran paseados en esas procesiones, el
torso desnudo y capucha en la cabeza, recitaban cánticos y salmos bíblicos. Consistía
en auto flagelarse, se hacía individualmente o alternativamente en grupos
de tres o de cuatro, o en parejas alternativamente. Patrocinado desde el
principio por los Templarios desde sus iglesias en Europa, se crean cofradías de disciplinantes flagelantes de la
Vera Cruz por todas partes.
Durante la noche del Jueves Santo los Templarios llevaban a cabo
unos rituales descalzos en torno a la Vera Cruz en el templo de Jerusalén
(cuartel general del que sacaron el nombre). De ahí se tomó la idea de incorporar
la procesión
de los disciplinantes flagelantes el Jueves Santo y duraba desde la mitad del jueves
y la madrugada del viernes. Una vez disuelta la orden
del Temple, dominicos y franciscanos continuaron el testigo.
Inspirándose en las asociaciones
gremiales, en la Europa cristiana de los siglos XV y XVI comenzaron a crearse
otras de carácter religioso, las
cofradías, nacidas de la misma
necesidad de protegerse y ampararse unos a otros. Las daban el nombre de un
santo, tenían su altar dentro de alguna
iglesia o convento, y el día del santo lo paseaban en una procesión. También surgieron las órdenes mendicantes de religiosas para dar de comer a la vez que aleccionar
en la fe a los pobres.
En el s XVI surgieron
nuevas cofradías diferentes de la Vera Cruz que incorporán a la Semana Santa imágenes
de diversos Cristos, Vírgenes y Apóstoles en escenas de la Pasión, y los cargaban a hombros, son los Pasos de la Semana Santa.
Flagelantes, de Goya. |
Después del Concilio de Trento, s. XVII, se decretó la
introducción oficial de las Procesiones con los disciplinantes y los Pasos de
las cofradías y hermandades a la Semana Santa. En este Concilio se creó un
reglamento para las cofradías, por sus monopolios y abusos dentro de ellas,
y el uso y abuso de las reliquias. Se decretó que las buenas obras acumulan
méritos ante dios, y en consecuencia todas las cofradías incluyeron o
acentuaron el masoquismo en las numerosas procesiones y cada vez más multitudinarias
que van a dar comienzo tras este Concilio, y no solo el Jueves por la noche,
sino el Viernes y el Sábado también. Introdujeron el arrastre de gruesas
cadenas en los pies o el cuello, sogas en el cuello, arrastre de pesadas cruces,
y crucificarse. Así llegó la Semana Santa hasta el s XX y en algunos pueblos de
España hasta nuestros días como por ejemplo en Valverde de la Vera, Cáceres.
(Llevándose unas cuantas vidas al cielo en las flagelaciones o por infecciones
y las crucifixiones vivientes).
Calvario. |
Debido a la regulación
de las cofradías decretado en el Concilio de Trento, unas desaparecieron sin
haber llegado a contabilizarse, algunas se modificaron y surgieron muchas
nuevas.
En este trascendental Concilio además se decretó que tenemos un pecado
original, se hizo la lista de los libros prohibidos, se instauró el celibato,
la existencia del purgatorio, se escogieron y desecharon los evangelios que
formarán parte de la Biblia, y más.
Antiguamente había unas procesiones que se realizaban en estos días del equinoccio primaveral, si era
necesario. Las jóvenes doncellas salían en procesiones vestidas de blanco con
máscaras, acompañadas de tambores y trompetas, lloraban, gritaban y clamaban a la diosa de la lluvia la
tan necesaria agua para la siembra que da comienzo en primavera. A veces
consideraban necesario hacerla burlas soeces como enseñarle el trasero para que
llorara y con sus lágrimas regara los campos. También en la Península Ibérica. Las prohibieron por paganismo.
Desde épocas posdiluvianas en oriente y occidente ya se hacían procesiones para pasear a las diosas en su día, para conmemorar días especiales, etc.Todas las manifestaciones fueron tachadas de herejías.
Las procesiones de la Semana Santa se han convertido en nuestros días en un fenómeno muy especial capaz de atraer todos los años a un buen número de turistas en muchos lugares de España e Italia.
Las procesiones de la Semana Santa se han convertido en nuestros días en un fenómeno muy especial capaz de atraer todos los años a un buen número de turistas en muchos lugares de España e Italia.
Comentarios
Publicar un comentario